Al comienzo de la competencia quedó claro de inmediato: los alemanes no dejarán que Hungría se salga con la suya discriminando a la comunidad LGBT+. Por ejemplo, el portero Manuel Neuer lució un brazalete de arcoíris. Más llamativas fueron las innumerables banderas arcoíris que ondeaban los espectadores en el estadio (e incluso en el propio campo en algún momento), algo que normalmente nunca ocurre en los partidos de fútbol.
München
La UEFA no permitió que el Allianz Arena se iluminara con los colores del arcoíris, por lo que el Ayuntamiento de Múnich decidió iluminar y decorar otros edificios. Sin embargo, no se detuvo solo en Múnich. El estadio olímpico de Berlín también participó en la protesta, así como los estadios de Colonia, Frankfurt, Augsburgo y Wolfsburgo.
Berlin - Olympiastadion
Augsburg- WWK Arena
Frankfurt - Deutsche Bank Park
Köln - RheinEnergieStadion
Wolfsburg - Volkswagen-Arena
La ola de protestas sigue a la decisión de la UEFA de no permitir que el Allianz Arena se ilumine con los colores del arcoíris durante un partido. La UEFA considera que se trata de una declaración "política", ya que es una decisión del parlamento húngaro. Esta elección de palabras no fue bien recibida por muchos. Por ejemplo, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, tuiteó: "Sí, el fútbol no se trata de política. Se trata de personas, de justicia, de tolerancia. Por eso la UEFA está enviando la señal equivocada aquí".