El Orgullo en Georgia es un campo de batalla anual para la comunidad LGBT+ local contra los activistas conservadores, quienes no rehúyen de la violencia.

A diferencia de 2021, este año no hubo heridos. Los presentes, sin embargo, hablan de una situación amenazante. El evento en torno al Orgullo fue cancelado de inmediato. 

El ataque ha desatado la indignación internacional. La embajadora holandesa Maaike van Kooldam está "profundamente decepcionada" y pide que los atacantes sean localizados y llevados ante la justicia. La embajadora danesa Anne Toft Sørensen enfatiza que la UE es una comunidad de países que "respetan los derechos fundamentales de sus ciudadanos". La violencia en torno al Orgullo de Tbilisi no tiene lugar, cree Sørensen. Estados Unidos también tilda el ataque de "antidemocrático" y espera que se llegue a procesar. 

La organización del Orgullo de Tbilisi señala con el dedo al gobierno. “Estoy segura de que fue una acción planificada y coordinada entre grupos radicales y el gobierno. Creemos que esto fue planeado para sabotear la candidatura de Georgia a la UE", dijo la organizadora Mariam Kvaratskhelia a la agencia de noticias Reuters. El hecho de que señale a las autoridades se debe a la posición actual del gobierno georgiano. Aunque el país quiere unirse oficialmente a la UE, el gabinete del primer ministro Irakli Garibashvili opta por una política más autocrática. La Iglesia ortodoxa del país ha pedido que se adopte una copia de la ley de propaganda gay rusa.