El país de África Oriental tiene ahora una de las prohibiciones más estrictas sobre la homosexualidad en el mundo. La ley se introdujo después de una campaña de desprestigio contra la homosexualidad en el este de África, alimentada por teorías de conspiración en línea sobre los occidentales que hacen que los niños sean homosexuales. La presidenta del Parlamento describió previamente la ley como una resistencia a los valores occidentales. Según ella, Occidente podría destruir los "estándares de decencia" en su país.
Según Human Rights Watch, esta es la primera vez que un país introduce una ley que tipifica como delito identificarse como LGBT+. El sexo con alguien del mismo sexo ahora se castiga con cadena perpetua. La pena de muerte se aplicará a las relaciones sexuales con un menor del mismo sexo, así como a las personas seropositivas.
La ley se vende como una medida para proteger a los niños de los hombres homosexuales. En el debate, la homosexualidad se equiparaba regularmente al sexo con niños pequeños. Tras un animado debate, el proyecto de ley fue aprobado con una amplia mayoría de votos. Algunos parlamentarios incluso querían que la ley fuera aún más estricta. Por ejemplo, la parlamentaria Sarah Opendi sugirió que los homosexuales deberían ser castrados, sugerencia tras la cual hubo grandes carcajadas. Su enmienda no fue aprobada.
La homosexualidad en Uganda es un gran tabú. Además de estas prohibiciones, el colectivo LGBT+ se enfrenta a la represión y la humillación de manera estructural. En 2019, un ministro ya sugirió introducir la pena de muerte para los homosexuales.
La estricta ley todavía ha de ser aprobada por el Presidente, si bien en el pasado ya ha expresado sus puntos de vista negativos sobre la comunidad LGBT+ de manera regular.