Japón es el único país del G7 (el grupo de las principales economías democráticas del mundo) que no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque el apoyo al matrimonio igualitario está creciendo en Japón: alrededor del 64% de los japoneses están a favor de introducirlo.
El Primer Ministro hizo las declaraciones en el parlamento tras una ronda de preguntas de un partido de oposición sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Su respuesta fue que cree que la prohibición "no discrimina" y "no es inconstitucional", informó la agencia de noticias AP.
Las declaraciones han generado críticas de las organizaciones LGBT+ tras otro escándalo que involucró a un asesor del Primer Ministro hace un mes. Ese asesor dijo que no quería vivir al lado de personas pertenecientes al colectivo LGBT+ y que no los quería tener a la vista en absoluto. Según el asesor, muchos japoneses emigrarían si se introdujera el matrimonio entre personas del mismo sexo. El Primer Ministro despidió al asesor y se disculpó. Kishida tildó las declaraciones de “inaceptables”.
Ahora que el propio Primer Ministro ha hablado más negativamente sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, algunos partidos lo acusan de hipocresía y se preguntan si el Primer Ministro está tratando de tranquilizar a sus seguidores conservadores. Según la BBC, los otros miembros del G7 también están presionando a Japón para que reconozca el matrimonio entre personas del mismo sexo dada la cumbre conjunta en Hiroshima en mayo.