El origen de la ley está en el republicano Chris Todd, quien se sorprendió al ver una actuación de drag queens durante una celebración del Orgullo en la ciudad. Convencido de que se trataba de un caso de "abuso infantil", introdujo la ley, en sus propias palabras, para proteger a los niños en Tennessee.

La ley considera a las drag queens y kings como “imitadores de mujeres y hombres”, incluyéndolos en la categoría de entretenimiento para adultos junto a bailarines exóticos y strippers. La ley prohíbe este tipo de actuaciones en espacios públicos y en lugares a los que pueda tener acceso un menor de edad. Además, la ley tilda a las drags de “nocivas” para los niños. La mayoría de la Cámara de Representantes de Tennessee apoya la iniciativa. 

La ley aún debe pasar por el Senado, pero las posibilidades de que se apruebe son altas, al tener los republicanos mayoría en ambas cámaras legislativas en ese estado. Tennessee es el primer estado que prohíbe las actuaciones públicas de drag, pero otros estados están a punto de seguirles en la eliminación de esta expresión artística de la comunidad LGBT+ de los espacios públicos. Una propuesta similar ya se ha hecho en Texas, donde los lugares donde actúan drag queens pasarían a clasificarse como “sex clubs”.