El periodista de la BBC Francis Scarr recogió esta declaración de Putin. Putin habla de "baños compartidos para niños y niñas", que según él se han convertido en un fenómeno normal en Occidente. Según Putin, los rusos que viven en Occidente, después de haber huido del país debido a la movilización militar o al clima político opresivo, están regresando a Rusia en grandes cantidades, porque no pueden vivir en países con baños neutrales en cuanto al género. "Es muy difícil vivir en esas condiciones", explica el presidente.
Putin hace estos comentarios desde Rusia, donde ha hecho prácticamente imposibles las condiciones de vida para la comunidad LGBTQ+. El año pasado, el "movimiento LGBT+" fue calificado de "extremista" por el Tribunal Supremo. Además, ahora la transición de género es ilegal y las personas transgénero no están reconocidas legalmente. Recientemente, también se ha endurecido la famosa ley contra la propaganda homosexual.
La retórica anti-LGBT+ sirve como estrategia electoral para Vladimir Putin, al posicionarse como defensor de los valores tradicionales. Además, le permite distanciarse de "Occidente", que según él se ha vuelto decadente, centrándose únicamente en cuestiones como el género y el sexo. Otros líderes mundiales están adoptando esta estrategia, incluido el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, así como varios líderes africanos.
