De los adultos encuestados por el Instituto Estadounidense de Investigación sobre Religión Pública (PRRI, según sus siglas en inglés), un 10 por ciento de estadounidenses se identifican como homosexuales, bisexuales u 'otros'. Entre los adultos pertenecientes a la Generación Z, ese porcentaje es mayor: hasta un 28 por ciento de ellos se identifica como LGBT+. Así, el 15 por ciento de los adultos estadounidenses pertenecientes a la Generación Z se identifican como bisexuales, el 5 por ciento como homosexuales y el 8 por ciento ha marcado 'otro'. Entre los 'Boomers', nacidos entre 1946 y 1964, sólo el 4 por ciento se identifica como LGBT+. En la Generación X (1965-1979), la cifra sube al 7 por ciento y, en el caso de los Millennials (1980-1995), la cifra de adultos estadounidenses que se identifica como LGBT+ alcanza el 16 por ciento.
Los resultados obtenidos por el PRRI se asemejan en gran medida a otras investigaciones sobre identidad sexual y de género de diferentes generaciones. En este sentido, Gallup estimó en un 20 por ciento el número de miembros de la Generación Z que se identifican como LGBT+ en 2021, si bien observó un aumento en este porcentaje entre los miembros de la Generación Z a medida que alcanzaban la mayoría de edad.
Consecuencias políticas
Según la organización LGBT+ Human Rights Campaign (HRC), esto tendrá consecuencias políticas en el futuro. Más miembros de la Generación Z se identifican hoy en día como LGBT+ que como republicanos. La presidenta de HRC, Kelley Robinson, dijo en un comunicado: "Ya sea en las urnas, en marchas y mítines, o en internet, la visibilidad LGBTQ+ importa y la Generación Z es una fuerza para el cambio. Miles de jóvenes LGBTQ+ cumplen 18 años cada día, y los legisladores deberían entender que habrá repercusiones [durante las elecciones] en noviembre por ataques políticos anti-LGBTQ+".
En los Estados conservadores, los derechos LGBT+ están bajo presión. Los políticos republicanos están aprobando leyes que niegan a las personas transgénero el acceso a la atención médica, retiran de las bibliotecas libros con contenido LGBT+ y hacen que los espectáculos de drag queens sean para mayores de edad.