De acuerdo con Gay Star News, Bachelet se ha referido concretamente a Hungría, donde el gobierno se ha aprovechado del estado de emergencia para evitar que las personas transgénero puedan cambiar su sexo en documentos oficiales. Bachelet también previene contra «el incremento de la retórica homófoba y tránsfoba». En sus propias palabras, «ya se ha culpabilizado en otras ocasiones a las personas LGBT+ de diferentes desastres, naturales o causados por la mano del hombre, y hay indicios de que vuelve a ocurrir otra vez con el COVID-19». Numerosos líderes religiosos han hecho declaraciones en las que responsabilizan de la pandemia a la comunidad LGBT+.

También señala que la violencia doméstica se ha incrementado, especialmente contra los jóvenes LGBT+. «Debido a las restricciones para salir de casa, muchos jóvenes LGBT+ se encuentran confinados en entornos hostiles, con familiares o compañeros que no los apoyan. Este hecho incrementa las posibilidades de que sufran episodios no solo de violencia, sino también de ansiedad y depresión».

El mensaje enviado a todos los países es claro: «Dado que los sistemas de salud están saturados, el tratamiento de las personas LGBT+ puede verse interrumpido o postergado, y eso incluye los test y tratamientos del VIH, los tratamientos hormonales y las operaciones de afirmación de género de las personas transexuales. Las decisiones sobre la priorización de servicios tienen que basarse en datos y en criterios médicos, y no deberían reflejar un sesgo anti-LGBT+».