El video, publicado en Instagram pero eliminado rápidamente, muestra a la blogger Vladlina Alchaeva aparentemente proponiéndole matrimonio a otra mujer, después de lo cual se besan mientras un camarero les trae un pastel.
A pesar de que el vídeo fue rápidamente eliminado, ambas mujeres fueron arrestadas. La policía local ha publicado un vídeo en el que los dos se disculpan. "Mis disculpas a todos los que piensan que somos pro LGBT", dice una de ellas. "Conocemos las leyes de nuestro país". Prometen que "no volverá a suceder".
Alchaeva, la bloguera que publicó el vídeo en sus redes sociales, también dijo al canal estatal ruso RT que "ama a los hombres y a Rusia".
Las dos mujeres no son las únicas que sienten las consecuencias de una legislación anti-LGBT+ más estricta. Desde el inicio de la invasión a gran escala en Ucrania, Rusia ha endurecido su ley contra la "propaganda LGBT+" y ha calificado al "movimiento LGBT+" de extremista. Una mujer tuvo que cumplir una breve condena de prisión por llevar pendientes arcoíris, "símbolo de un movimiento extremista" según el tribunal que la condenó. Un fotógrafo también fue multado por fotografiar banderas arcoíris.
La retórica anti-LGBT+ es una estrategia electoral de Vladimir Putin, que se posiciona como protector de los valores tradicionales. Además, esto le permite distanciarse de "Occidente", que considera decadente y sólo se centra en cuestiones como el género y el sexo. Otros líderes mundiales están copiando esta estrategia, incluido el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, así como varios líderes africanos.