La noticia fue divulgada por una organización LGBT+ ugandesa. Las autoridades ugandesas aún no han respondido al incidente, pero los activistas LGBT+ esperan poco de ellas. El país implementó recientemente una de las leyes anti-LGBT+ más estrictas del mundo, que incluye la pena de muerte en algunos casos por "actos homosexuales".
Kabuye atribuye el ataque al deterioro del clima para las personas LGBT+. En declaraciones a Associated Press, critica a los "políticos que usan a la comunidad LGBTQ+ como chivo expiatorio para alejar a la gente de lo que realmente está sucediendo en el país".
A pesar de sobrevivir al ataque, Kabuye cree que su vida todavía corre peligro, y sospecha que sus agresores tenían la intención de quitarle la vida. "No sé en quién puedo confiar", dice.
El Dr. Frank Mugisha, renombrado activista ugandés LGBT+, afirma en una declaración de Twitter/X que "el odio y los crímenes de odio no tienen lugar en Uganda" y espera que haya una investigación policial exhaustiva sobre el ataque. El Departamento de Estado de Estados Unidos también ha pedido a las autoridades ugandesas que realicen una investigación.