El fallo ha sido recibido con alivio, a la vista de la retórica cada vez más hostil que ha inundado Polonia de adhesivos que demarcan «zonas libres de LGBT» (LGBT-Free Zone). Como respuesta, en Twitter se ha producido una avalancha de mensajes con el hashtag #jestemLGBT(#SoyLGBT).
Pese a los esfuerzos gubernamentales para poner coto a la independencia judicial, los tribunales polacos se han convertido en un bastión en la lucha contra las insidiosas alegaciones sobre la existencia de una «ideología LGBT». En el año 2018, la Corte Suprema dictaminó que el empleado de una copistería no tenía derecho a negarse a imprimir un cartel para una organización LGBT con el pretexto de que, en opinión de dicho empleado, «promocionaba» los derechos de las personas LGBT.
Pero la intervención del estado es necesaria para contrarrestar la incitación a la discriminación. De hecho, Gazeta Polska no se da por vencida: ha cambiado el texto original por otro que reza LGBT Ideology-Free Zone (Zona Libre de Ideología LGBT), y ahora distribuye adhesivos con la nueva versión.