Aunque no consta que ninguna pareja gay haya requerido los servicios del fotógrafo, él prefiere evitar que le llegue un encargo así. Y ese es precisamente el problema: la ley Virginia Values Act, que entró en vigor el día 1 de julio, protege a las personas LGBT+ residentes en el estado contra este tipo de discriminación.
La denuncia presenta al demandante, Chris Herring, como «un fotógrafo cuya pasión es mostrar a los demás la belleza de la creación de Dios». Y, aunque afirma que le gusta fotografiar a todas las personas, como a cualquier artista, no quiere que su trabajo fomente «la suciedad, la pornografía ni ciertos puntos de vista sobre el matrimonio». Esa es la razón por la que no le importaría fotografiar la boda entre un hombre gay y una mujer, siempre que se comprometan en un matrimonio indisoluble y monógamo.
«Los artistas no deben ser censurados, multados o forzados a abandonar su actividad por un desacuerdo con las preferencias del gobierno», afirma Jonathan Scruggs, abogado de Herring y también director del Centro de Iniciativas de Conciencia dentro de ADF. El estado de Virginia todavía no ha respondido a los cargos presentados.