Diferentes medios británicos afirman que la víctima compartió su número de teléfono, dirección de correo electrónico y currículum, ya que estaba buscando trabajo. Cuando empezó a tener sospechas sobre la identidad de la persona con la que había contactado —que resultó ser Yannick Glaudin, una mujer de 31 años— suspendió los contactos. A partir de ese momento, la acusada empezó a hostigar a la víctima y al que entonces era su novio.
Durante meses, Yannick se dedicó a acosar a los amigos y a la familia de la víctima usando perfiles falsos y enviándoles fotos y vídeos íntimos del hombre. Y la situación aún empeoró más cuando el hombre cambió de pareja.
El nuevo novio de la víctima, con el que ya no tiene relación, también sufrió acoso: la mujer consiguió ponerse en contacto con sus amigos y enviarles falsas acusaciones contra él. Incluso fue a la policía para acusarlo de haber «abusado de un joven».
También comenzaron a aparecer hombres extraños a la puerta de la pareja, en busca de contactos sexuales. Según los medios británicos, fue la mujer quien facilitó la dirección a estos hombres. Durante el juicio, el exnovio describió la situación como «un infierno».
En el año 2018, después de haber confesado su delito, Glaudin huyó a Francia, donde fue detenida gracias a una orden internacional. Además de la condena a prisión, la acosadora tiene prohibido ponerse en contacto con ninguna de las víctimas.