El relato de la agresión, que el hombre ha publicado en su página de Facebook, ha sido compartido miles de veces. En las fotos se ven las manos y el rostro del hombre cubiertos de sangre. Según la víctima, los adolescentes intentaron matarlo con las armas que llevaban. «No lo consiguieron, pero ahora mismo me encuentro en la sala de urgencias del hospital con heridas en la cara, y me han destrozado el coche. Estoy bien, pero muy encabronado».
La policía irlandesa está investigando el ataque a partir las imágenes de los circuitos cerrados de televisión y pide también la colaboración de testigos presenciales. Todavía no está claro si se trata de un delito de odio. Según una noticia de la cadena nacional de televisión RTÉ, el número de delitos de este tipo se ha incrementado en los últimos años. La policía irlandesa cree que, ahora que los delitos de odio cuentan con una definición específica, habrá más gente dispuesta a denunciarlos.