Los inhibidores de la proteasa son antivirales que bloquean ciertas enzimas necesarias para producir partes del virus, lo cual inhibe su producción en las células. «Es un uso experimental de un medicamento que ya ha dado buenos resultados con otros virus», explica Bosch. «Una de las sus mayores ventajas es que su uso ya está aprobado, por lo que apenas hay duda de que la seguridad está garantizada», concluye.
Santiago Moreno, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Ramón y Cajal, afirma que «los resultados obtenidos hasta ahora usando estos medicamentos contra el coronavirus son esperanzadores».
Sin embargo, es necesario recalcar que el resultado puede no ser igual para todos los pacientes, por lo que el uso de los inhibidores como tratamiento contra el COVID-19 requerirá nuevas investigaciones y ensayos.