John fue atacado por personas no identificadas que le causaron graves heridas en la cabeza y en el cuello, y abandonaron su casa inmediatamente después de la agresión.
En declaraciones al periódico alemán Bild, representantes de COSF reconocen que es un momento muy triste para la comunidad LGBT de Uganda. La organización, que apoya a las personas LGBT+ y a los trabajadores del sexo, ha expresado su dolor en su página de Facebook.
La homosexualidad sigue siendo ilegal en el país africano. La semana pasada, el ministro del interior de Uganda calificó de «terroristas» a los homosexuales. Ningún familiar fue a visitar a la víctima cuando estaba en el hospital, y tampoco estarán presentes en su entierro. Según Bild, John fue condenado al ostracismo al conocerse sus inclinaciones sexuales.