¿Tus datos de Grindr están seguros en manos chinas? Antiguos empleados piensan que no

Desde que la empresa china Kunlun comprara Grindr por unos cien millones de dólares, la política de privacidad de la compañía ha sido duramente criticada. Varios antiguos empleados han decidido hablar abiertamente sobre el modo en que la aplicación de contactos gais maneja los datos de usuarios (a menudo, personas vulnerables).
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LA Magazine entrevistó a numerosos exempleados de la empresa de contactos. De acuerdo con sus testimonios, la intimidad de los usuarios no es una preocupación prioritaria. Uno antiguo empleado ha declarado: «En China sería incomprensible que un billonario hiciera fortuna en el mercado americano sin compartir su valiosísima información».

Al parecer, también el FBI tiene sus sospechas sobre Grindr. Fuentes de LA Magazine afirman que los agentes federales están recabando información de antiguos empleados sobre la seguridad de los datos y la motivación de su dueño. «La gran pregunta que se hace el FBI es: ¿qué interés tiene una empresa china en comprar Grindr? ¿Qué pretenden, ganar dinero o solo conseguir datos?».

Entre los datos que guarda la aplicación están la localización del usuario, las conversaciones y, por supuesto, las tristemente célebres «fotografías explícitas». El anterior responsable de la protección de datos, Bryce Case Jr., ha declarado: «Para un gobierno no sería complicado extraer de Grindr los datos relativos a identidad y localización. Pero el mayor temor es que alguien [de Kunlun] pueda llegar a las oficinas centrales de Amazon, pedir los discos duros y llevárselos a China».

Otros antiguos empleados han expresado su temor de que las cuestiones relacionadas con la privacidad hayan pasado a un segundo plano con el cambio de propietario. La dirección de la compañía, cada vez más predominantemente heterosexual, parece haber olvidado el valor social de la aplicación. El fundador de Grindr no ha querido hacer declaraciones a LA Magazine, pero según diversas fuentes se encuentra «destrozado» por la situación que atraviesa la compañía.

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