La medida podría afectar a aproximadamente 15,000 miembros del servicio, que serían catalogados como "no aptos para servir". La información viene de varios medios de comunicación estadounidenses, que informan sobre una orden ejecutiva que está preparando el equipo de transición del presidente.
La organización Human Rights Campaign (HRC) ha condenado enérgicamente la decisión del próximo Comandante en Jefe. Kelley Robinson, presidenta de HRC, declaró: "Prohibir a miles de miembros transgénero cualificados, que cumplen con todos los requisitos para servir y que han estado sirviendo sin problemas, contribuyendo positivamente a la defensa de la nación durante casi una década, haría que nuestro país fuera menos seguro y no es más que transfobia disfrazada de política. El ejército de los Estados Unidos de América, encargado de defender nuestro país y proteger a todos los estadounidenses, debería fundarse en la preparación y las cualificaciones de sus miembros, no en prejuicios, odio y discriminación".
Robinson continuó: "Donald Trump deja claro que su administración apostará por el odio y la división a expensas de la preparación de nuestro ejército [y] nuestra posición líder en el escenario mundial".
Durante su primer mandato, Trump ya había prohibido el reclutamiento de personas transgénero en el ejército. Al declarar ahora a todos los soldados transgénero como "no aptos", va un paso más allá. Durante su campaña electoral, Trump criticó al ejército estadounidense, afirmando que las fuerzas armadas eran "demasiado liberales", y anunció planes para destituir a los "generales liberales".