La policía ha podido detener a los culpables gracias al ADN de la saliva, según informa la BBC. Posteriormente hallaron más pruebas en los teléfonos móviles de los agresores. Una de las víctimas testificó que la habían obligado a tumbarse boca abajo con la cara sobre la tierra y las manos y las piernas atadas. «No sabía si volvería a ver a mi familia», declaró a la policía. De acuerdo con las autoridades, las víctimas fueron humilladas con insultos homófobos.

Los autores han sido condenados a penas de entre once y trece años. El inspector jefe de la policía de West-Midlands, Ian Ingram, ha declarado: «Era una serie de robos bien calculada cuyos autores buscaban expresamente, a través de la aplicación Grindr, a hombres gais, a los que consideraban objetivos fáciles y vulnerables».

«Sé que las cuatro víctimas, han necesitado mucho valor para dar un paso adelante y cooperar con la justicia para enjuiciar a los criminales, y los felicito por ello», añadió.

Las vejaciones han supuesto un impacto muy serio en las vidas de las víctimas. Una de ellas ha declarado en una nota de prensa: «Cada vez que algo me hace recordar la agresión, vuelvo a revivirla y tengo problemas para dormir. Suelo tener pesadillas sobre el momento de desesperación que sentí en un momento concreto en el que pensé que iba a morir de una forma horrible. Lo peor es el recuerdo del miedo a que aquel chico cumpliera su amenaza y me clavara en el ojo el destornillador que tenía en la mano».

En la misma nota de prensa, Tony Neate, director ejecutivo de Get Safe Online, hizo algunas recomendaciones relacionadas con la seguridad. «Si decides ver en persona a alguien a quien has conocido en línea, es importante tomar precauciones. No des tu dirección, no quedes nunca en tu casa ni en la de la otra persona. Elige un lugar público para el encuentro y lleva encima el teléfono móvil».