Según el citado informe, la base de datos tendría como objetivo la identificación de individuos vinculados al llamado "movimiento LGTB internacional", que Rusia clasificó oficialmente como "extremista" en 2023. Dicha clasificación ya ha propiciado un aumento tanto de arrestos como de restricciones sobre personas y organizaciones LGTBQ+.
En efecto, en estos últimos meses se han intensificado el número y la severidad de medidas aplicadas bajo las leyes anti-propaganda de Rusia. Se ha encarcelado a propietarios, personal y clientes de bares y clubes LGTBQ+, y se ha obligado a muchos negocios a eliminar contenido de carácter inclusivo. Por ejemplo, Duolingo eliminó lecciones inclusivas alrededor del colectivo LGTBQ+, y el programa My Little Pony fue recientemente reclasificado como para mayores de edad. Además, en diciembre, se encontró a un hombre acusado de gestionar una agencia de viajes LGTBQ+ muerto en su celda.
Dmitry Chukreev, miembro del partido Rusia Unida, confirmó que la policía ha creado los mencionados registros de personas LGTBQ+ desde que la sentencia del Tribunal Supremo se volviera firme. Además, las autoridades están considerando un registro de trabajadores sexuales de acceso público que, según una fuente, permitiría a cualquier persona verificar el pasado de "un amigo o prometido".
Meduza indica que la guerra de Rusia en Ucrania ha puesto a prueba las finanzas y al personal, y subraya que estas limitaciones de recursos podrían complicar el establecimiento y mantenimiento de tales registros.
Aún así, las autoridades han intensificado la vigilancia de los espacios LGTBQ+. Un local informó que las fuerzas de seguridad copiaron su base de datos de reservas, mientras que otros describieron cómo la policía recopilaba huellas dactilares y muestras bucales a la fuerza mientras exigía que los asistentes revelaran sus domicilios ante una cámara.
Los funcionarios rusos entienden estas acciones como una medida de seguridad nacional, mientras se retrata a las personas LGTBQ+ como una amenaza organizada. El gobierno los ha descrito como “grupos paramilitares” que supuestamente incitan a una “guerra de género”, practican la “deshumanización” y el “culto al diablo”.
Este último avance parece indicar un mayor endurecimiento del control estatal sobre las personas LGTBQ+, al tiempo que las autoridades continúan su ataque a las libertades civiles bajo el pretexto de mantener la seguridad nacional.