Orbán arremete contra la comunidad LGBT+ en un discurso sobre la Primera Guerra Mundial

El primer ministro húngaro, Victor Orbán, hizo unas controvertidas declaraciones durante la inauguración de un monumento que conmemora el final de la Primera Guerra Mundial. Se refirió a las familias arcoíris como «un experimento». También hizo un llamamiento para defender los valores cristianos en Europa Central y abogó por sumarse al «buque insignia» del continente: Polonia
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El monumento inaugurado por Orbán es un homenaje al Tratado de Trianon, en el que se redefinieron las fronteras centroeuropeas. Su discurso enfatizó las diferencias entre el centro y el oeste de Europa. «El oeste de Europa se ha olvidado de la Europa cristiana, y en su lugar está experimentando con un universo sin dios, con familias arcoíris, migración y sociedades abiertas», declaró Orbán, según informa la agencia Reuters.

El mandatario húngaro también hizo hincapié en la necesidad de que los países con una mentalidad similar se unan en torno a Polonia (el «buque insignia», según sus propias palabras) para trabajar por una Europa esencialmente cristiana.

La situación de la comunidad LGBT+ en Hungría se está deteriorando. Las organizaciones pro derechos humanos sostienen que cada vez les es más difícil llevar a cabo sus actividades en el país. El Parlamento Europeo ha denunciado en repetidas ocasiones la situación de las personas LGBT+ en Hungría y en Polonia, pero ninguno de los dos países parece darse por aludido. Recientemente, el gobierno húngaro incluso abolió el reconocimiento legal de las personas transgénero.

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