Según la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, esta medida pone fin al "alquiler de úteros". Las parejas que aún así quieran arriesgarse y tengan un hijo mediante gestación subrogada en el extranjero podrían enfrentarse a multas multimillonarias y penas de prisión.
Para las organizaciones LGTB+ italianas esta medida supone otro ataque más al deseo de las parejas del mismo sexo de tener hijos. El activista LGTB+ Franco Grillini dijo a Reuters que esta es una "ley monstruosa". Grillini señaló además la hipocresía de Meloni, subrayando que mientras alienta a los italianos a tener más hijos, parece no querer a los de las parejas LGTB+.
Por desgracia, esta no es la primera medida del gobierno Meloni que afecta a los padres LGTB+. Las parejas formadas por madres lesbianas ya recibieron cartas informándoles que la progenitora no biológica sería eliminada del certificado de nacimiento. En 2022, Meloni se manifestó en contra de la "ideología LGTB+", un término utilizado por la derecha conservadora para referirse a una teoría conspirativa que asume que las personas LGTB+ buscan convertir a otras en homosexuales o hacer que se cuestionen su identidad de género.