El domingo 7 de junio, el líder ultraconservador Guram Palavandishvili publicó un vídeo en el que se veía cómo pintaban de negro la bandera arcoíris. Palavandishvili también está detrás de las manifestaciones que tienen lugar desde hace más de dos semanas ante la oficina del Orgullo de Tiflis. El ministro del Interior ha abierto un procedimiento administrativo por «vandalismo menor».
El 8 de junio, Tamaz Sozashvili, miembro del Orgullo de Tiflis, comentó el incidente en TV Pirveli. Aunque reconoció que cualquiera tiene derecho a manifestarse, nadie debería violar los derechos de los demás. «Lo que ha ocurrido es un delito. No solo es un ataque contra la propiedad privada, sino que también han dañado un edificio monumental». Sozashvili también relató que, en el mes de mayo, los manifestantes robaron la bandera que colgaba del balcón del tercer piso.
Las personas LGBT+ conforman uno de los grupos más marginados del país. Casi ningún partido político ha expresado públicamente su apoyo al matrimonio igualitario. Al contrario: muchos partidos se pronuncian claramente contra las uniones entre personas del mismo sexo; entre ellos, un nuevo partido llamado Lelo cuyo fundador, Mamuka Khazaradze, reconoce que en Georgia se violan en ocasiones los derechos de los homosexuales, pero que eso «no significa que las minorías puedan imponer sus opiniones a la mayoría».