El partido se define a sí mismo como «defensor de los valores familiares tradicionales». Durante la campaña repartieron pegatinas con el texto «Zona libre de LGBT», se produjeron ataques contra ha varios eventos del Orgullo y se tildó a las personas LGBT de «amenaza para el continente europeo».

Las encuestas realizadas a la salida de los colegios electorales le otorgan al PiS una victoria aplastante. Con el 43,6% de los votos, obtendría la mayoría absoluta de los escaños del parlamento polaco. El partido de la oposición Platafoma Cívica, al cual pertenece el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se queda en un 27%, muy por detrás del vencedor.

La Coalición de Izquierda consigue un 12,4% de los votos. Robert Biedroń, abogado, líder de la coalición y abiertamente gay, estaba eufórico. «Volvemos al parlamento. Volvemos al lugar al que siempre ha pertenecido la izquierda polaca», declaró para la BBC. En las últimas elecciones, la Coalición de Izquierdas se quedó fuera del parlamento.

Con la reedición de la mayoría del PiS, el partido podrá continuar con su programa. Teniendo en cuenta la retórica de la campaña, parece difícil que ocurra ningún cambio en relación con su actitud hacia los LGBT.