Uno de los asuntos que se debatirá durante la campaña para las elecciones presidenciales de Polonia, que tendrán lugar a finales de este mes, son los derechos LGBT+. Andrzej Duda, actual presidente y miembro del partido Ley y Justicia (PiS, en sus siglas en polaco), considera lo que él denomina «ideología LGBT» como una influencia extranjera, que puede dañar los valores tradicionales incluso más que el comunismo, según sus propias palabras. Duda ha prometido eliminar los contenidos relacionados con la comunidad LGBT+ de los planes de enseñanza en escuela.

Según informa la agencia Reuters, los líderes judíos de Varsovia plantan cara a la retórica anti-LGBT. El Consejo de la Comunidad Judía de Varsovia afirma en una carta: «Hemos visto a algunos políticos que fomentan cínicamente la hostilidad y el odio hacia el colectivo LGBT. Nosotros, los judíos, los descendientes de los supervivientes del Holocausto, no podemos permanecer indiferentes ante los mensajes que deshumanizan a las personas LGBT, y no lo haremos». Según el Consejo, los políticos no parecen haber aprendido gran cosa de la Segunda Guerra Mundial.

El portavoz de la campaña de Duda, Adam Bielan, afirmaba el 16 de junio en la revista del corazón Super Express que Duda no es homófobo. «El presidente defiende el derecho de las familias a decidir cómo se educa a sus hijos. Al igual que la mayoría de los polacos, está en contra de la adopción por parte de parejas de homosexuales. No se puede calificar esa actitud de homófoba».

Rafal Trzaskowski, principal oponente de Duda y alcalde liberal de Varsovia, ha sido criticado por introducir contenidos LGBT en los programas de las escuelas de la capital polaca.