Hace una semana, publicó un mensaje en Instagram en el que se la veía besando a la modelo brasileña Layyons Valença. El texto leía: "¡Estoy loca por ti y quiero que todo el mundo lo sepa!" La hija del Presidente no vive en el país gobernado desde hace más de cuarenta años por su padre, Paul Biya, de 91 años, sino en Suiza.
Con su salida del armario, Brenda espera cambiar la situación social de las personas LGTB+ camerunesas. En una entrevista concedida al periódico Le Parisien, afirma: "Hay muchas personas en mi misma situación que sufren por ser quienes son". "Si puedo darles esperanza, ayudarles a sentirse menos solos, si puedo enviarles amor, soy feliz".
Su familia no está contenta con su mensaje en redes sociales, dice Brenda. El primero en llamarle fue su hermano, enfadado porque ella no se lo había contado a él primero. Luego llamaron sus padres exigiéndole que retirara la foto de Internet. "Desde entonces, silencio", concluye la hija del Presidente.
En Camerún, la homosexualidad se castiga con penas de hasta cinco años de prisión. En los últimos años ha aumentado la violencia contra las personas LGTB+, informa la organización de derechos humanos Human Rights Watch. Un grupo opuesto a la homosexualidad ha presentado ya una denuncia contra Brenda, según la BBC. "Nadie está por encima de la ley", afirma un portavoz del grupo.