La ley provocó un alud de protestas entre la comunidad LGBT+, incluyendo una manifestación frente al edificio del parlamento, pero fue en vano, ya que finalmente fue aprobada por 52 votos a favor y 17 en contra. En declaraciones a la agencia AP, el triatleta transgénero Chris Mosier ha definido la ley como «el peor atentado contra estudiantes atletas transgénero».
Ehardt defiende la ley afirmando que las autoridades deben velar por la igualdad de oportunidades para las mujeres. «Es desmoralizador ver que algunos atletas, en nombre de la igualdad, no hacen nada para apoyar a chicas y mujeres que sueñan con subir al podio mientras que una persona que nació hombre ocupa su lugar».
Mosier ve las cosas de un modo muy diferente: «Quiero que la gente joven sepa que no hay problema en ser uno mismo y practicar el deporte que a uno le gusta».
La ley todavía tiene que pasar por el senado de Idaho. Al igual que la Cámara de Representantes, el senado estatal es de mayoría republicana.