Aunque el municipio no se ha autodeclarado zona libre de LGBT+, el veto a la propaganda gay es comparable a las prohibiciones instauradas en varias regiones polacas que se denominan a sí mismas «libres de ideología LGBT».
Las organizaciones pro derechos humanos advierten de que esta no es la única región húngara que implementa medidas contra la comunidad LGBT+. Rémy Bonny, investigador y experto en cuestiones LGBT+ en el este de Europa, afirma en Twitter: «Esto se está extendiendo. ¡La Unión Europea tiene que despertar ya!».
La medida se adoptó después del tumulto nacional en torno a la distribución del libro infantil Meseorszag mindenkie, una antología de cuentos de hadas tradicionales, actualizada con personajes más diversos, inclusivos y LGBT+ en escenarios contemporáneos. Según sus críticos, el libro atenta contra la cultura húngara.
El gobierno conservador de Viktor Orbán ha intensificado sus políticas anti-LGBT+ durante la pandemia del COVID-19, que está afectando seriamente a la economía de Hungría. En mayo, por ejemplo, el gobierno abolió el reconocimiento legal de las personas transgénero, y más recientemente ha presentado un proyecto de ley para impedir que las parejas homosexuales puedan adoptar niños. Las organizaciones en favor de los derechos humanos aseguran también que cada vez les resulta más complicado llevar a cabo sus actividades en el país.
