La nueva ley es un paso más en la lucha del gobernante partido húngaro Fidez contra la comunidad LGBT+. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ya abolió el reconocimiento legal de las personas trans y se aseguró de que las parejas homosexuales ya no puedan adoptar niños.
La nueva legislación va un paso más allá. Oficialmente, la ley está dirigida a la pedofilia, pero la ley en realidad garantiza que los menores obtengan el menor conocimiento posible sobre las personas transgénero y la homosexualidad. En los anuncios dirigidos a menores de edad, se prohíben las expresiones de la comunidad LGBT+ y tampoco se permite enseñar sobre estos temas en las escuelas. La ley también incluye la ”pornografía”.
Los activistas advierten que la ley es sospechosamente similar a la ley de propaganda anti-gay de Rusia. Esa ley también tiene como objetivo limitar las expresiones de homosexualidad. Según la activista e investigadora LGBT+ Remy Bonny, es difícil para las personas LGBT+ hacer campaña contra la ley, ya que se promueve como una medida contra la pedofilia. “El declive democrático de los últimos diez años fue en realidad una copia de lo que sucedió en Rusia. Las personas LGBTI están siendo utilizadas como chivos expiatorios para desmantelar la democracia ”, dice.
Según Bonny, la Comisión Europea ha contribuido a ello. ”El silencio y la inacción contra los crímenes del gobierno húngaro contra la comunidad LGBTI han permitido a Hungría continuar su lucha contra los derechos humanos y la democracia”.