Hungría preparada para defender ley anti-LGBT+ en Tribunales Europeos

El gobierno húngaro tiene la intención de hacer todo lo posible en la batalla con Bruselas en relación a la ley anti-LGBT+. La Comisión Europea ha acudido al Tribunal Europeo para impugnar la ley, pero Hungría no tiene intención de aceptar las críticas de Bruselas. El gobierno de Viktor Orbán cree que el país tiene derecho a “proteger a los niños” y acaba de presentar una demanda contra la Comisión.
Twitter Icon Facebook Icon Compartir este artículo

La demanda de la Comisión Europea contra Hungría es la fase final del llamado procedimiento de infracción. Este se inicia cuando un país miembro no cumple con las leyes y reglamentos de la Unión Europea. La Comisión considera que la ley de Hungría, que prohíbe las expresiones del colectivo LGBT+ a menores, es contraria a los valores y normas comunes europeos sobre el funcionamiento del mercado interior. Además de la educación, la ley también se enfoca en los medios de comunicación, donde los personajes LGBT+ ya no pueden ser visibles. No permitir a personajes LGBT+ sería, por tanto, un obstáculo al mercado interior de productos audiovisuales.

Los húngaros se centran principalmente en el derecho de cada Estado miembro a seguir su propia política educativa. La Unión Europea no tiene voz en esa área, dice la ministra de Educación, Judit Varga. Por eso ha demandado a la Comisión Europea, al considerar que, al usar el procedimiento de infracción, estaría actuando fuera de sus competencias.

Además del derecho de los Estados miembros a moldear sus sistemas educativos, Varga enfatiza que “los padres tienen derecho a decidir sobre la educación de sus hijos” y no la Unión Europea. “Como en los viejos tiempos, perseveraremos hasta el final cuando se trata de proteger a nuestros hijos”.

La ley anti-LGBT+ en Hungría es una medida controvertida que forma parte de la política cultural de Vikor Orbán de oposición a la Europa occidental liberal. Por ejemplo, Orbán compara a la comunidad LGBT+ con los teóricos de la conspiración. Así, el primer ministro actúa como protector de las “normas y valores húngaros”, asemejándose a la política anti-LGBT+ de Vladimir Putin.

Aunque la Comisión Europea se opone enérgicamente a la ley, también hay críticas para Europa. Por ejemplo, los activistas piensan que el Consejo Europeo es demasiado blando con Orbán y su retórica. De hecho, varios eurodiputados llevan años molestos con la actitud del Consejo. Para reforzar la demanda de la Comisión, varias organizaciones LGBT+ esperan que los Estados miembros presenten ahora declaraciones de apoyo al Tribunal Europeo, y han iniciado una petición en este sentido.

Twitter Icon Facebook Icon Compartir este artículo

Artículo recomendado