La iniciativa de la Federación Francesa de Fútbol, "Homosexuales o heterosexuales: todos usamos la misma camiseta", no sentó bien a tres jugadores del Toulouse. Zakaria Aboukhlal declaró que respeta a todos "independientemente de sus preferencias personales, género, religión o antecedentes", pero también pide respeto por sus "creencias personales".

El club no aceptó su postura y lo envió al banquillo durante el partido del pasado domingo. Otros dos jugadores, Saïd Hamulic y Moussa Diarra, que también se negaron a hacer una declaración contra la discriminación escudándose en sus principios, también quedaron fuera del partido.

El resto de jugadores vestía la camiseta. Al inicio del partido se colocó una pancarta con el lema de la campaña y el entrenador lució un brazalete de arcoíris.

El club tiene poco que decir a los jugadores desafiantes, solo afirma que ha tomado nota de su posición. Los políticos locales, sin embargo, han hecho oír su voz. Sébastien Vincini, presidente del departamento al que pertenece Toulouse, calificó de "inaceptables" las acciones de los jugadores. Dijo: "El Toulouse FC es un gran club que no puede permitir que unos pocos jugadores empañen todos sus esfuerzos en la lucha contra la homofobia y la discriminación".

Aboukhlal de Toulouse declaró en Twitter que no es "la persona adecuada" para una campaña contra la discriminación. "Espero que se respete mi decisión, al igual que todos queremos ser tratados con respeto". Las respuestas a su declaración han sido mixtas. Algunos seguidores apoyan firmemente al jugador. "Estamos orgullosos de ti, no te rindas", dice un fan. Otra dice: "¡Esto también es una forma de libertad!" Sin embargo, también hay reacciones acusando al jugador de hipocresía. Un oponente escribe: "No te preocupes, nos vemos en Grindr".