[Precaución, contenido sensible: suicidio, homofobia]
En su escuela de Golbey, en los Vosgos, se sabía que Lucas, de 13 años, estaba siendo acosado. Cuando él y su madre presentaron una queja formal en su escuela en septiembre, se tomaron medidas, escriben los medios franceses.
Stéphanie, una mujer cercana a la familia de Lucas, critica la escuela y le dice al canal francés RMC que la madre de Lucas informó a la escuela que el acoso continuaba. "El ambiente escolar, donde Lucas pasaba las tres cuartas partes de su tiempo, no respondió como hubiera debido".
Lucas había salido del armario justo después de su decimotercer cumpleaños, algo que a otros niños les costó aceptar, dice Stéphanie. Recuerda a Lucas como un niño feliz. "¡Él siempre sonreía, ese pequeño! Siempre amable, considerado, espontáneo y lleno de sueños y deseos".
La madre de Lucas ha escrito una carta pidiendo un enfoque más firme para el acoso escolar. "Lucas, nuestro chiquito, es una víctima de más. ¿Cuántas marchas silenciosas, cuántos niños que sufren y cuántos familiares cruelmente afectados más se necesitarán para finalmente tomar medidas concretas para que los niños puedan ir a la escuela sin ser acosados?"