A principios de este año, Hungría aprobó una ley que prohibía los eventos alrededor del Orgullo y permitía el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los participantes en reuniones no autorizadas. En su momento, el gobierno declaró que la ley formaba parte de una política general de protección infantil.
La eurodiputada holandesa Kim van Sparrentak (de los Verdes/Alianza Libre Europea) afirmó que su presencia en la marcha tiene como objetivo mostrar solidaridad con la comunidad LGTBQ+ húngara. Marc Angel, vicepresidente del Parlamento Europeo y copresidente del Intergrupo LGTBI, también confirmó su asistencia, subrayando la importancia de defender el derecho de reunión pacífica como un valor fundamental europeo.
Recientemente, los ministros de Asuntos Exteriores de 20 Estados miembros de la UE firmaron una carta conjunta instando a Hungría a revisar la mencionada legislación. La carta expresaba la preocupación de los ministros por las implicaciones de la normativa sobre los derechos a la libertad de expresión, a la privacidad y a la protesta pacífica.
Pese a la prohibición, los organizadores del Orgullo de Budapest han anunciado que el evento seguirá adelante, y llamaron a los simpatizantes internacionales a unirse a la marcha por la capital húngara.