Los profesores recibieron instrucciones específicas para que revisaran la presencia de símbolos LGBT+ en los perfiles de las redes sociales de sus alumnos. Publicar ciertas imágenes, como la bandera arcoíris, constituye una violación de la polémica ley, que entró en vigor en 2013.
Una fuente anónima envió a Russian LGBT-Network varios pantallazos de los correos intercambiados entre los profesores, en los que aparecen las pruebas acumuladas, las direcciones y las fotos de los alumnos. Exhibir una bandera arcoíris se considera un delito que debe ser castigado.
«Los acuerdos de las Naciones Unidas en relación con los derechos del niño prohíben el rastreo de información por parte de las instituciones educativas. Ni pueden recopilar pruebas sobre posibles delitos, ni tienen la obligación de monitorizar las redes sociales de los alumnos», afirma el abogado de Russian LGBT-network.