El sábado pasado, miles de participantes marcharon por las calles de Belgrado, ciudad que acogió un polémico evento del EuroPride en 2022. En aquel entonces, la tensión era alta tras una campaña de la Iglesia Ortodoxa Serbia contra el Orgullo. A pesar de la oposición a la emancipación LGTB+ en el país, el Orgullo de este año ha logrado ser el más grande de su historia, según los organizadores.
La marcha se detuvo un rato frente al parlamento para dejar claro a los políticos que las personas LGTB+ quieren derechos para las parejas del mismo sexo y para las personas transgénero. La ministra de Integración Europea de Serbia, Tanja Miscevic, dijo a los medios de comunicación serbios que el gobierno está "discutiendo" un borrador legislativo para las parejas del mismo sexo, aunque añadió que este tema no es de su competencia. Cabe destacar que cuando la marcha llegó al edificio del parlamento, se desplegó una bandera arcoíris desde una ventana como muestra de apoyo, si bien no está claro quién ondeó la bandera.
Las personas LGTB+ serbias tienen pocos derechos legales reconocidos, y la homofobia sigue estando muy extendida en el país. Aunque la situación de las personas LGTB+ está mejorando lentamente, parece que el progreso se ha estancado en los últimos años. La ex primera ministra del país, Ana Brnabic, es lesbiana, pero a pesar de su orientación sexual, pareció ponerse del lado de los serbios conservadores durante la controversia del EuroPride de 2022.