EL Gobierno de Meloni comienza sus ataques a los padres LGBT +

Italia está inmersa en un debate sobre los padres del mismo sexo. La semana pasada, el Ministro del Interior eliminó legislación progresista sobre paternidad en Milán. Asimismo, la clase política habla de la “propaganda de la gestación subrogada” y del “alquiler egoísta de un útero”.
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El gobierno conservador de Georgia Meloni no está de acuerdo con este acuerdo. El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, dijo haber recibido una carta del Ministerio del Interior con la petición de dejar de registrar a las parejas homosexuales que hayan tenido un hijo a través de la subrogación. El gobierno de Meloni es un fuerte opositor de las madres que ofrecen subrogarse. Según Eugenia Roccella, Ministra de Igualdad de Oportunidades y Asuntos de Familia, hay un "mercado de niños". Ella enfatiza que la "propaganda relativa a la subrogación" está prohibida.

El vicepresidente de la Cámara de Representantes de Italia, Fabio Rampelli, lanzó un ataque contra las parejas del mismo sexo que quieren tener hijos. Él cree que las parejas homosexuales deberían "mantener su deseo de tener hijos para ellos". Además, no deben “tomar decisiones egoístas que vayan en detrimento de aquellas mujeres a las que compran sus ovocitos y alquilan su útero durante nueve meses”.

Más aún, Rampelli cree que los niños que tienen padres homosexuales están “destinados a tener vidas atormentadas simplemente porque les gustaría tener una madre, como dicta la naturaleza”.

Por último, Italia también parece resistirse a las nuevas reglas de crianza a nivel europeo. La Comisión Europea ha realizado una propuesta para garantizar que los padres reciban un certificado que demuestre que un niño es suyo. Actualmente, las parejas del mismo sexo que hayan tenido un hijo a través de una madre sustituta todavía tienen problemas con el reconocimiento legal en Estados miembros de la UE como Bulgaria. Según los tratados de la Unión Europea, todos los Estados miembros deben estar de acuerdo con este tipo de medidas, ya que afecta a la ciudadanía, donde la UE tiene pocas competencias. Un veto italiano podría poner fin a dicho certificado de filiación.

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