Durante la noche del viernes 27 de noviembre, el eurodiputado participó en una orgía que tuvo lugar en el centro de Bruselas. Cuando la policía, alertada por los vecinos, interrumpió la fiesta (ilegal, de acuerdo con las restricciones decretadas en Bélgica), Szájer, según parece, intentó escapar descolgándose por un canalón. A consecuencia del intento de fuga, frustrado casi inmediatamente por la policía, Szájer sufrió heridas leves. Además, los agentes encontraron éxtasis entre sus pertenencias.

Aunque Szájer intentó recurrir a su inmunidad diplomática, finalmente tuvo que pagar una multa, como todos los demás participantes. Pero ese no era el mayor problema del eurodiputado. El domingo, antes incluso de que trascendiera la noticia de su escapada nocturna por Bruselas, dimitió de su cargo, después de una «larga reflexión». Al parecer, el trabajo parlamentario le estaba resultando demasiado duro.

 Que un líder cofundador del partido de Orbán caiga en desgracia a causa de una orgía gay es, cuando menos, curioso. En Hungría, los derechos LGBT+ están amenazados; por ejemplo, Orbán quiere prohibir la adopción de niños por parte de parejas homosexuales. Szájer ha pedido perdón por violar las normas anti-COVID, y ya ha reconocido que su dimisión se debe a su presencia en la fiesta. «Siento de todo corazón haber violado las normas contra el coronavirus. Este paso en falso es un asunto estrictamente personal. Espero que nadie intente involucrar en él a mi país o a mi familia política». Szájer lleva 37 años casado y tiene un hijo.