El noruego, nacido en Irán, perpetró el ataque durante el Orgullo de Oslo el 25 de junio de 2022. Antes de su ataque en el London Pub, un bar gay muy concurrido en ese momento en la capital noruega, juró lealtad a la organización terrorista Estado Islámico (EI).
Por ello, el simpatizante del EI fue procesado por terrorismo, por lo que el juez le impuso la pena máxima de prisión en Noruega: 30 años. El tribunal consideró probado que el hombre buscaba sembrar el miedo entre la comunidad LGTB+ intencionalmente. Esta es la primera vez que se condena a alguien en Noruega por terrorismo desde que se modificó la ley en 2015 para incluir una pena máxima más alta.
Si el hombre siguiese siendo considerado una amenaza para la sociedad tras el cumplimiento de su sentencia, su encarcelamiento podría prolongarse. Además, el autor del atentado también está obligado a compensar económicamente a los familiares de las víctimas con una cantidad de casi 10 millones de euros.