Una empresa tecnológica, con sede en el mismo edificio en el que Pence iba a encontrarse con el presidente islandés, quiso hacer un alegato reemplazando cada bandera de la empresa por la emblemática bandera multicolor. En declaraciones a la web Monitor, Ægir Már Þórisson, director de la empresa, afirmó que su deseo era «celebrar la diversidad», pero no aclaró si la visita de Pence fue la razón que le llevó a cambiar las banderas.
Ese no fue el único encuentro multicolor que tuvo que soportar Pence: el presidente del país llevaba puesta una pulsera arcoíris. No es la primera vez que se deja ver con este accesorio: ya lo utilizó en una visita del líder ruso Vladímir Putin.
A lo largo de su trayectoria política, Pence ha apoyado leyes contra los derechos de las personas LGBT+. Además, omitió a las víctimas del colectivo en su discurso del Día Mundial de la Lucha contra el Sida del año pasado.