Los Juegos Olímpicos estuvieron marcados por una serie de logros de alto perfil por parte de los atletas LGBT+. Por ejemplo, los atletas transgénero participaron por primera vez; como Laurel Hubbard de Nueva Zelanda en levantamiento de pesas. Además, por primera vez participaron dos deportistas que se identifican como no binarios.

Pero luego las medallas: Una de las victorias más notables fue el oro para el saltador de trampolín británico, youtuber, influencer y activista LGBT+ Tom Daley (quien, por cierto, se destacó por tejer entre partidos). Daley salió del armario en 2013 y desde entonces se ha comprometido a aumentar la visibilidad de la comunidad LGBT+ en el deporte. 

Además, la lesbiana Stefanie Dolson ganó el oro con la selección estadounidense en el torneo de baloncesto 3×3. La estrella del baloncesto Sue Bird también ganó el oro en el torneo regular. Bird es el compañero de la estrella del fútbol Megan Rapinoe, quien ganó el bronce con el equipo estadounidense. Por cierto, el expresidente Donald Trump le dio un golpe a Rapinoe en uno de sus comunicados de prensa. La llamó "esa mujer del cabello púrpura" que, con su mentalidad de "despertar", impidió que Estados Unidos ganara el oro. "Despertar significa perder", dijo Trump. 

El torneo de fútbol femenino tuvo aún más representación LGBT+. La atleta trans no binaria Quinn ganó la medalla de oro con el equipo canadiense. También hubo éxito holandés: Ramsey Angela ganó la plata en los 4x400 metros.

Al final, los atletas LGBT+ ganaron 56 medallas, calculó Outsports. Llama la atención, escribe el medio, que el "Equipo LGBT+" haya ganado más medallas con esto que cualquier otro país que prohíba la homosexualidad. Además, participaron más atletas LGBT+ abiertamente que nunca.